Hola cariño, soy papá
El otro día tu tía me contó una anécdota muy graciosa, sobre cómo le pidieron el aguinaldo estando ella en casa.
Ya sabes, eso que te llaman a la puerta y hay un grupo de niños que cantan y te piden dinero.
El caso es que, como son niños, saben hacer bien las cosas
Luego ya, con la edad, se nos olvida
O nos da vergüenza
O a saber
El caso es que tocan a la puerta
Tu tía abre
Y los niños le dicen: ¡El aguinaldo!
Sí, así de simple
¿Y por qué esto es mejor que el método de primero cantar y luego pedir?
Pues muy sencillo
Y, a menos tiempo, más aguinaldos
Si tú llegas y pides el aguinaldo
Al menos la mitad te lo van a dar para volver a hacer lo que estuviesen haciendo
Y digo la mitad siendo pesimistas, probablemente sea más
Y a la otra mitad lo tendrás que convencer
Ya sea cantando o lo que sea
Es decir
Que, en el mismo tiempo, más casas
Más aguinaldos
Y esto lo puedes aplicar prácticamente a todo
Y muy atento, porque con la edad pasamos a hacerlo al revés
Primero cantar y luego pedir
Te quiero hijo. Por siempre.