No es tu culpa, pero sí es tu responsabilidad.

El texto dentro de este bloque mantendrá su espaciado original al publicarse

No elegiste tus padres.
Ni el barrio en el que naciste.
Ni las heridas que otros te hicieron cuando eras pequeño.
Y no, no es justo.
Pero tampoco puedes quedarte a vivir ahí.

Porque aunque no sea tu culpa…
Sí es tu responsabilidad decidir qué haces con eso.

Puedes repetir el patrón o romperlo.
Puedes vivir desde la herida o desde la cicatriz.
Puedes echar la culpa o tomar el timón.

Y no, no es fácil.
Pero te prometo que es liberador.

La responsabilidad no es una carga.
Es poder.
Es la oportunidad de decir: esto me pasó, pero no me define.
Esto no lo elegí, pero sí elijo qué hago con ello.

Y ahí, justo ahí, es donde empieza tu verdadera historia.
Scroll al inicio