Hola cariño, soy papá
Hoy te quiero hablar de algo que todos buscamos.
La comodidad.
La comodidad nos anestesia, la adversidad nos despierta.
¿Cómo?
Cuando estás cómodo, te estancas, te adormeces, dejas de exigirte más, dejas de avanzar.
Pero cuando hay problema, hay que hacerse cargo, no puedes evitarlos.
Cuando una situación te reta, generas interés y aprendes
La adversidad te ayuda a medir tu progreso.
Es decir, las pruebas, te ponen a prueba.
Y así sabrás qué nivel de paciencia tienes
Qué nivel de autoestima.
Qué nivel de entrega.
Hasta dónde puedes llegar.
También te ayuda a reducir tu arrogancia.
A veces damos por hecho cosas.
O nos creemos cosas.
Pensamos que somos así o que somos asá.
Y eso no coincide para nada con la realidad.
¿Pero sabes qué pasa?
Que no hay nadie para comprobarlo.
No hay nadie que diga, hey, ¿realmente eres así?
Si todo va bien, no sabes dónde te encuentras.
¿Estás bien? ¿Estás avanzando? ¿Eres una persona paciente? ¿Tienes autocontrol? ¿cuáles son tus valores?
Pero a la adversidad eso no le importa, y te lo comprobará.
Y te pondrá a prueba.
Y te ayudará a descubrir tus debilidades, el por qué te está afectando a ti, de esta forma
Es decir, no es la situación de fuera, hay gente que le pasa lo mismo y no les afecta así.
¿Por qué te está afectando a ti de esta manera y al resto no?
¿qué hay en ti?
Así que ahí tienes una oportunidad para profundizar.
Para conocerte.
Para avanzar.
Te quiero hijo. Por siempre.