La fortaleza proviene del sitio opuesto al que siempre he buscado

Hola cariño, soy papá

Hoy te quiero contar lo que aprendí a base de llevarme desilusiones y tortas, por si te puede ayudar.

Mi tendencia natural siempre ha sido la de la tortuga.

Es decir.

Me hacen daño, me escondo en mi caparazón.

Cuanto más daño, más caparazón.

La expresión de más capas que una cebolla conmigo se queda corta.

El caso es que me he dado cuenta que es justo lo opuesto.

A más tierno seas más duro serás

Me explico.

Imagina alguien tremendamente asustado por los contagios que se aisla en su casa.

Nadie va a verle.

Nunca sale

No toca nada

Por un lado, es una situación tremendamente frágil

No le puede ayudar a nadie

No puede ayudar a nadie

Y luego encima, es todo lo contrario

A la mínima exposición zasca

Es como si llevases 40 años sin ir al gimnasio y el primer día te pones a levantar 100 kg

Pues zasca

Entonces, ¿qué me está funcionando?

Lo opuesto

A más expuesto más fuerte me vuelvo

¿Y cómo se hace eso?

Pues internamente tienes que ser tierno, abierto y completamente expuesto

Y luego tomar medidas externas, es decir, acciones

Continuando el ejemplo anterior, internamente no te tiene que dar miedo contagiarte, y externamente toma las medidas necesarias.

Te quiero hijo. Por siempre.

Scroll al inicio