El texto dentro de este bloque mantendrá su espaciado original al publicarse
no necesitas estar seguro para avanzar. Lo que necesitas es convicción. La certeza viene después. Primero va el paso. Y sí, a veces da miedo. Pero ¿sabes qué da más miedo aún? Quedarte donde ya no creces. La convicción no es la ausencia de duda. Es saber que, con dudas o sin ellas, tú no vas a dejar de caminar. No te quedes esperando el momento perfecto. No llega. Lo construyes mientras caminas. Te quiero hijo. Por siempre.