Hasta qué punto eres libre

Hola cariño, soy papá

Hoy te traigo una historia muy simple para saber hasta qué punto eres libre.

Un millonario se acercó a un monasterio para pasar un tiempo ahí. Le dijo al abad que quería pasar allí unos días.

El abad le dijo que sí, y que tenía que saber que, en el monasterio, todos eran hombres libres y si se quería quedar deberá ser como todos.

El hombre dijo que sí, que sin problema.

Le enseñaron su nueva habitación. No le gustó nada.

Le mostraron la cena. No le gustaba nada.

Le dieron la planificación del día siguiente. Madrugar. Limpiar. Meditar.

Fue a quejarse al abad y éste le contestó:

“Ya le advertí que aquí solo aceptamos hombres libres. Libres de los deseos, de ansiar comodidades y de rodearnos de belleza”

Todo lo que crees que posees, en realidad te posee a ti.

Me explico.

Si tienes algo, lo que sea, y ya no puedes vivir sin ello.

Sin empezar el día con un café.

Sin tu serie favorita.

Sin comer con tu cervecita o tu copa de vino.

Sin tu cama, lo que sea.

Sin darte cuenta te has convertido en un esclavo de tu forma de vida.

Repasa tu día.

¿Qué relación tienes con todo lo que usas?

Si es de dependencia, tendrás que mejorar esa relación.

Ojo.

No digo que no disfrutes de las cosas.

Pero si no usar algo te altera por dentro, mucho ojo.

Te quiero hijo. Por siempre.

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