Hola cariño, soy papá
Hay una historia que leí hace tiempo
Un día en que paseaba por el bosque Heracles (o Hércules para los griegos) llegó a una encrucijada de caminos.
Frente a cada uno de ellos había una mujer.
La primera era bella con ropas y joyas lujosas.
«Mi nombre es Placer y soy amada por la mayoría de los hombres. Mi camino es fácil y ancho. Tómalo y nunca sufrirás dolor o peligro ni te faltará comida, bebida, buenos vestidos ni blandas camas.»
La segunda mujer iba vestida de blanco, tenía un aspecto muy modesto y no llevaba ningún adorno.
«Mi nombre es Deber a quien ningún hombre desprecia pero a quien pocos aprenden a amar. Mi camino será abrupto y espinoso y no te prometo facilidad ni placer alguno, solo trabajo y sufrimiento. Para el que es valiente, para el que se enfrenta a los enemigos de la vida y soporta las cargas de hombres más débiles, todo se tornará en orgullo y alegría. Quien me siga obtendrá honor en la tierra y al final su luz brillará entre los dioses».
Finalmente Heracles tomó la mano del Deber, que se convirtió en su guía hasta el final de sus días. De este modo Heracles se enfrentó a terribles monstruos y ofreció su ayuda a los más débiles, ganándose la admiración tanto de los dioses como de los hombres.
Alguna vez he pensado que era eso, una decisión que tomas y ya todo está decidido.
Una vez más tu padre se equivoca.
Todos los días.
A todas horas.
En todos los momentos tendrás que tomar esta decisión.
Y no te voy a decir que cada vez será más fácil de tomar.
Porque no lo es.
(Al menos en mi caso)
Prepara tu día.
Piensa.
¿Qué decisiones voy a tomar hoy?
¿Qué tentaciones voy a tener hoy?
¿Con qué gente voy a tener que tratar hoy?
¿Qué situaciones me pueden pasar hoy?
Todos los días.
Y piensa en cómo te quieres comportar
Y cuando falles .
(sí, has leído bien, he puesto cuando y no “si”)
No te castigues.
Perdónate y aprende.
Y no te preocupes que en nada volverás a estar en la encrucijada.
En ese cruce.
Otra vez.
Todos los días.
A todas horas.
Y podrás volver a elegir.
Te quiero hijo. Por siempre.