Hola cariño, soy papá
Hoy te hablaré de derrotas.
De las derrotas externas y de las internas.
Las externas son fáciles.
Imagina que algo no sale como esperabas.
O que pierdes una competición.
Esas son fáciles de identificar.
Van a suceder.
Contínuamente.
¿Qué es lo importante aquí?
Que no se conviertan en una derrota interna.
Tienes que saber perder.
Pregúntate, ¿cuánto tiempo has tardado en volver a levantarte?
Y ¿Cómo te has levantado?
¿Más fuerte?
¿Igual?
¿peor?
Eso es lo que realmente importa.
Que te levantes rápido y que te levantes mejor.
Que lo que sea que te pase fuera no afecte a tu estado interno.
Te quiero hijo. Por siempre.