Lo que el dinero nunca puede comprar

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Un turista en la India pasó delante de un hospital de leprosos.
Allí, en la puerta, vio a una enfermera limpiando las llagas de un enfermo.
Comentó a sus amigos:
—Yo no haría eso ni por un millón de dólares.

La enfermera lo escuchó y respondió con calma:
—Yo tampoco lo haría por un millón de dólares. Lo hago porque quiero.


Te quiero hijo. Por siempre.
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