Hola cariño, soy papá
Hoy te traigo un consejo que a mí me ha servido mucho a la hora de tratar con gente desconocida, por si te sirve.
Y te quiero hablar de mi teoría de los almohadones.
Que desarrollé al intentar aconsejar a gente en el gimnasio.
Mira.
Yo en el gimnasio casi nunca digo nada
Entre otras cosas porque soy de los más ignorantes
Aunque de estiramientos algo sé
El caso es que, cuando alguien está estirando yo no digo nada.
Salvo que haya algún riesgo de lesión
Que entonces procuro comentárselo
¿Y sabes qué es lo que mejor me ha funcionado? La teoría de los almohadones
Es decir
Imagina por un lado que tienes a un amigo íntimo que te pide consejo, y en el lado opuesto un desconocido que no te pide nada
Mientras que con el amigo, le podrías soltar el consejo así
Pam pam pam
Tal cual
Sin adornos ni florituras
En el caso del desconocido tienes que ir poniendo almohadones
Disculpa (primer almohadón)
Me he fijado que estás la postura del árbol (otro almohadón)
Y cuando yo la hacía en clase, mi profesora nos comentaba que era aconsejable que el pie no descansase en la rodilla porque podía producir lesiones (otro almohadón)
Por si te sirve (y otro)
Te quiero hijo. Por siempre.