Hola cariño, soy papá
Había un maestro que siempre acababa sus lecciones con una historia con moraleja
El caso es que sus alumnos nunca la entendían
Y, uno de ellos, en el recreo, mientras el maestro almorzaba se lo dijo
El maestro asintió y le preguntó si quería una manzana
El alumno dijo que sí
Y el maestro dijo, espera, que te la voy a pelar
Una vez pelada comentó
Mejor te la hago trocitos
Y, con los trocitos le dijo, espera que te los voy a masticar, para que no te cueste nada
Y es que, a nuestro cerebro le encanta ahorrar energía
Los atajos
Los trucos
Así que mucho ojo y no le des siempre lo que quiere
Te quiero hijo. Por siempre.