Hola cariño, soy papá
Hoy te quiero comentar un concepto curioso que, a primera vista no parece intuitivo.
Tenemos reglas para romperlas.
Me explico.
Si tu control fuese total sobre que lo que piensas, lo que dices, lo que haces…
No necesitarías un código ético.
Piensa en tus reglas, en tu código ético como una herramienta.
Es decir.
Una herramienta que te ayuda a mejorar para que cuando te tropieces te levantes con más fuerza y con más seguridad.
No te identifiques con la mala conducta.
Está de paso.
En vez de eso exígete cada día un paso en la dirección correcta
Te quiero hijo. Por siempre.