Hola cariño, soy papá
Hoy te traigo una historia sencilla sobre a qué prestas atención.
Un indio, que vivía en una reserva, tuvo que hacer un viaje a la ciudad.
Una vez en la ciudad, quedó con un viejo amigo suyo y, mientras iban caminando por la calle, se detuvo en seco y dijo
“Escucha, ¿oyes eso? Creo que es un grillo”
“¿un grillo? Cómo va a ser un grillo aquí en la ciudad”
“Sí, espera”
Se acercó a unos arbustos y ahí estaba el grillo.
Sorprendido, el amigo le dijo:
“Sí que tienes el oído fino”
“¿tú crees?”
Cogió un puñado de monedas y las tiró al suelo
Al escuchar el tintineo varios transeúntes se giraron.
Bueno.
La verdad es que, para qué engañarnos, solo prestamos atención a lo que le damos importancia.
Es así.
Así que, lo que debes hacer, es decidir qué merece tu atención y a qué le vas a prestar importancia.
Te quiero hijo. Por siempre.