Hola cariño, soy papá
Hoy te traigo una historia sobre pensar en los demás a pesar de lo que te haya pasado a ti, por si te sirve.
En un lejano pueblo, había un establo muy famoso por lo espectaculares que eran sus caballos.
De entre todos destacaba un purasangre negro
Por más que se ofrecían a comprárselo, el dueño nunca lo vendía pues le gustaba montarlo.
El dueño solía pasear con él todos los días por los alrededores
Sabiendo esto, un hombre obsesionado con el caballo, se disfrazó de mendigo y se hizo el herido en mitad del camino
El jinete se paró, y, al bajarse a ayudarle, éste aprovechó para robarle el caballo
Dándose cuenta de la situación el dueño del establo le dijo:
¡Me has robado el caballo! Ahora, solo tengo que pedirte que, por favor no cuentes cómo lo has conseguido
El hombre, intrigado, preguntó
¿Por qué no?
Por si alguna vez hay alguien necesitado de verdad y la gente por temor no para a ayudarlo
Bien
Esta historia trata muchos temas negativos, como el materialismo desmedido, la desconfianza, las apariencias engañosas
Y también positivos como el perdón, la confianza en la humanidad, la integridad y la sabiduría.
El consejo que me gustaría darte con esta historia es que tengas cuidado hijo, pero actúa con valentía.
Espera lo mejor, Haz el bien aunque duela pero toma medidas.
Ve con cautela.
Te quiero hijo. Por siempre.