Hola cariño, soy papá
Hoy te quiero contar una historia sobre la ira y los motivos por si puedes sacar algo.
Hace mucho tiempo había un rey que le gustaba mucho ir a cazar.
No llevaba a mucha gente pero siempre a su fiel halcón.
Un día cazando, al rey le entró mucha sed, así que buscó por los alrededores y encontró un pequeño arroyo.
Se acercó y llenó su bota.
Cuando iba a beber el halcón se revolvió y tiró la bota derramando el agua.
El rey volvió a llenarla y justo cuando iba a volver a beber sucedió lo mismo.
Por tercera vez se repitió y el rey, enfadado, cogió y mató al halcón.
Volvió a llenar su bota y, cuando iba a beber apareció uno de sus guardaespaldas y le dijo:
“¡No bebáis majestad, está envenenada!”
Dos cosas se te pueden ocurrir escuchando esto.
La primera es que yo lo entiendo, porque cuando se apodera de nosotros la ira ya todo son desgracias.
Nada destruye más y nada destruye de forma más permanente que la ira.
Así que trabaja día a día para que esto no ocurra.
Y la segunda es que, aunque algo te parezca que no tiene sentido.
Que alguien está haciendo el idiota.
Que no sabes por qué han hecho eso
Piensa que, en su cabeza, tiene sentido.
Si no, ¡no lo harían!
Porque la gente no es idiota porque sí
(Normalmente)
Tienen sus motivos
Y en su cabeza tiene su lógica
Te quiero hijo. Por siempre.