Hola cariño, soy papá
Hoy te traigo una herramienta, para que sepas que existe.
Por si tienes que usarla o por si la usan contra ti.
Para que sepas a qué atenerte.
Hay un principio grabado a fuego en nuestro ADN que es el principio de reciprocidad.
Es decir, que cuando alguien hace algo por ti, tú tienes unas ganas enormes de devolverle el favor.
El caso es que pasado un tiempo eso desaparece.
Pero, pero, pero
Hay una forma de que no, de que dure al menos 50 años.
(¿al menos 50 años?, muy específico, ¿verdad?, al final te lo cuento)
Cuando hagas un favor a alguien, lo que se suele decir es…
No fue nada
Es mi trabajo
No hay problema….
Bien.
Si de verdad quieres que se acuerden lo que debes hacer es mirar a los ojos de la otra persona y decir: “sé que por mí tú harías lo mismo”.
En 1985 hubo un terremoto enorme en México, a la vez que una hambruna terrible en Etiopía, y el gobierno mexicano recibió un cheque de 5000 $ de ayuda por parte del gobierno etíope.
Nadie se explicaba por qué había pasado esto, puesto que Etiopía es muchíisimo más pobre que México y además lo estaba pasando mal.
Cuando les preguntaron dijeron que en 1935, cuando la invasión italiana a Etiopía, el gobierno mexicano se puso de su parte.
Cuando todo acabó, los etíopes querían compensar a los mexicanos y éstos les dijeron: “sé que vosotros habríais hecho lo mismo por nosotros”
Así que sí, al menos 50 años.
Y, como te he dicho, es una herramienta.
Un cuchillo no es malo ni bueno.
Lo puedes usar para untar mantequilla
Pero también lo puedes usar para hacer daño
Igual que esto.
Te quiero hijo. Por siempre.