La buena intención es como una manta enorme

Hola cariño, soy papá

Después de comer con su hijo, un padre se acostó apoyado en un árbol tras llevar toda la mañana trabajando.

Estaba ya dormido profundamente cuando un mosquito se posó en su frente

El hijo lo vió y, sin pensárselo dos veces, cogió una manta enorma y, con todas sus fuerzas la estampó en la cabeza de su padre quien se despertó llevándose un susto de muerte.

Durante toda tu vida te dirán que la intención es lo que cuenta

Y sí, es importante

E igual de importante es pararse a pensar en las consecuencias

En lo que va a pasar

En lo que pensará el otro

En qué repercusiones van a desencadenar tus actos

Sé que esta historia pues es graciosa y algo tonta

Pero se pueden sacar muchas cosas

Que la intención no es suficiente

Piensa

Piensaaaa

Te quiero hijo. Por siempre.

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