Hola cariño, soy papá
Llevo ya una buena temporada intentando dejar de discutir contigo.
Me explico.
No quieres ir a clase.
No quieres ir a natación.
No quieres ir al gimnasio.
No quieres ir a música.
No quieres ir al parque.
No quieres salir del parque.
Yo sé que hay cosas importantes.
Cosas importantes que hay que hacer.
Y entiendo mejor que nadie que hay días que el viento sopla a favor.
Y otros que sopla en contra.
El caso es que siempre acabo discutiendo.
Que si haz esto, que si lo otro
Y te voy dando razones.
Como quien lee el prospecto de un medicamento
Es decir.
Por un lado yo sé que tienes emociones
Y por el otro las dejaba a un lado y te soltaba mis razones
¿Qué estoy probando ahora?
Mira, cariño, yo entiendo muy bien que te dé miedo la piscina y el agua. A mí tambien me daban, porque te metes y te hundes y no sabes qué hacer. Ahora ya no me da porque aprendí a nadar.
Tener miedo está bien, solo quiero que sepas que yo no lo tengo y que estoy a tu lado
¿Resultado?
Necesito más pruebas, pero al menos yo me siento diferente, me siento mejor
Y eso lo cambia todo
Te quiero hijo. Por siempre.