Hola cariño, soy papá
Hoy te voy a contar una historia curiosa, sobre cómo valoramos a las personas.
Hace mucho tiempo, un beduino iba por el desierto con su camello que llevaba dos bolsas.
Se cruzó con un hombre que le preguntó qué llevaba en las bolsas.
“Una lleva maíz y la otra arena”
A lo que le comentó, podrías poner media bolsa de maíz a cada lado y deshacerte de la arena
El beduino le dió la razón y, en agradecimiento le invitó a subirse al camello.
Iban viajando tranquilamente cuando le preguntó:
“Debes ser muy importante, siendo tan inteligente como eres”
A lo que contestó: En realidad no soy nadie, no tengo nada
El beduino, enfadado le dijo: «si no eres nadie, baja de mi camello”!
Esto me pasa constantemente
No lo de ir por el desierto en camello
Si no lo otro
Lo de darle valor a las personas por lo que han logrado
Por sus méritos externos
Y no por lo que son en realidad
No dejes que las adulaciones te nublen
Ni lo que obtengas
Recuerda que las verdaderas conquistas están dentro de ti
Te quiero hijo. Por siempre.