La aldea que quitó una colina

Hola cariño, soy papá

Hoy te traigo una historia para cuando seas mayor y pienses en tu legado y en por qué a veces empezamos cosas que nunca veremos terminar.

Hace mucho tiempo, en una pequeña aldea a la que solo se podía acceder subiendo y luego bajando una colina, vivían diez familias.

Un día, uno de los más viejos dijo: “ya me he cansado de estar todo el día subiendo y bajando la colina, ¡vamos a quitarla!”, así que convenció al resto de la aldea y todos se pusieron a trabajar.

Pasados unos meses, un joven se acercó al viejo y le dijo: “¿por qué te ha dado ahora por quitar la colina, si tú no lo vas a disfrutar y además parece un trabajo que no tiene fin?”

El anciano le dijo: “bueno, las montañas no crecen, así que algún día ya no habrá más colina que quitar. Y sí, yo no lo disfrutaré, pero los hijos de mis hijos seguro que sí”

Muchas veces te digo que la constancia superará al talento.

Siempre

Y no hay que ser muy listo para darse cuenta que hay millones de personas con muchísimo talento que no logran nada.

Así que sé constante.

Y también piensa en lo que vas a dejar

Yo sé que esto no tiene sentido hasta que llegas a una edad

Pero trabaja día a día por dejar un mundo un poquito mejor al que encontraste

Y no tienen que ser grandes hazañas

Todo ayuda

Por eso recogemos los plásticos de la calle

Por eso vamos con cuidado para no pisar insectos

Por eso no malgastamos agua

Simplemente procura dejar, por donde pases un poquito mejor de como estaba

Las ideas vendrán solas

Te quiero hijo. Por siempre.

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