Una taza de este té para quitar la ansiedad

Hola cariño, soy papá

Cuenta la historia, que había una mujer que vivía siempre con ansiedad y llena de preocupaciones.

Un día un vecino le recomendó visitar a un monje que vivía en un monasterio cerca de allí.

La mujer, un día fue a visitarlo.

Llegó al monasterio y el monje accedió a tener una reunión con ella.

La mujer comenzó a contarle sus preocupaciones mientras el monje le llenaba una taza de té.

La mujer seguía hablando y el monje seguía echando té.

Hablaba y hablaba y él seguía y seguía llenando la taza.

Hasta que se llenó y empezó a salirse.

La mujer dejó de hablar y le dijo

La taza ya está llena, ¿no ve que se está desperdiciando el resto?

A lo que el monje le dijo

Mira

Tu mente es como esta taza

Ya está llena de preocupaciones y ansiedades.

Estás buscando respuestas sin tener hueco para ellas.

A lo que la mujer preguntó..¿y cómo hago hueco?

El monje se quedó pensando.

Al rato le señaló un arroyo que había ahí cerca.

Y le dijo
Mira ese agua, fluye sin esfuerzo.

Está en constante movimiento, siempre adaptándose al camino.

Del mismo modo, tienes que aprender a fluir en tu vida

Aceptando las alegrías y las penas sin aferrarte a ellas

Deja ir las penas.

Deja ir las alegrías.

Continúa

Te quiero hijo. Por siempre.

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