Hola cariño, soy papá
Hoy te quiero contar algo que pensé tras escuchar un chiste.
Un chiste malo, por si sientes curiosidad.
Aunque eso no es lo importante, claro.
Pues eso, me contaron el chiste y yo pensé, este seguro que le gusta a tal y cual de mis amigos.
En cuanto los vea se lo cuento.
Y no sé por qué, pero algo en mí me hizo dar un paso hacia atrás.
Ir al origen y pensar en quien me lo había contado
Y que, en realidad, esa persona me acababa de hacer un regalo
No un regalo en forma de un buen rato
Si no una historia que yo puedo replicar
Que puedo volver a contar
Incluso adaptarla, mejorarla, lo que sea
Una historia para hacer reir a mis amigos
Para romper tensión
Para iniciar conversaciones
Para muchas cosas
Y es que, ahora, en mi época, lo que se llevan son los monólogos.
Y eso tú no lo puedes replicar
Es el trabajo de muchas horas
¿Pero un chiste?
Con un par de ajustes ¡pum!
¡Un regalo!
Te quiero hijo. Por siempre.