Hola cariño, soy papá
Hoy te traigo una historia que te hará reflexionar.
Probablemente.
Un día, un campesino prestó su olla a su vecino
Pasaron los días y no se la devolvía así que fue a buscarla
Cuando se la reclamó, el hombre se la trajo, con una ollita pequeña dentro y le dijo:
“Felicidades, tu olla dió a luz una olla bebé
El hombre encantado se fue a su casa
Pasaron los días y volvió a pedir prestada la olla, que se la dejó
Y, otra vez, tuvo que ir a reclamarla al ver que no se la devolvía
Cuando llegó su vecino le dijo: lo siento, me temo que tu olla murió
El hombre, indignado, contestó una olla no puede morir
A lo que contestó: si aceptaste que diese a luz, ¿por qué no puedes creer que también puede morir?
Bueno
Y esto me lo aplico mucho eh
¿Cuántas veces pasas por alto algo porque te beneficia?
Es decir
Que como sales ganando, haces la vista gorda
Mucho ojo hijo
Si algo no está bien, pues no está bien
Y punto
Te quiero hijo. Por siempre.